Mucha gente que cree no poder digerir productos lácteos podría no tener inconveniente alguno si ingiriese una pequeña cantidad por vez, pero se sabe muy poco acerca del número de personas que tienen verdadera intolerancia a la lactosa
La lactosa es un azúcar que contiene la leche y la mayoría de los bebés nacen produciendo suficiente enzima lactasa en el intestino delgado como para digerirla. Pero en casi todo el mundo, la mayoría de los niveles de lactasa disminuyen a lo largo de la infancia. El nivel al que bajan dichos niveles determinan si una persona puede, por ejemplo, beber de adulto dos vasos de leche seguidos sin dolor, diarrea, gases o hinchazón.
La lactosa es un azúcar que contiene la leche y la mayoría de los bebés nacen produciendo suficiente enzima lactasa en el intestino delgado como para digerirla. Pero en casi todo el mundo, la mayoría de los niveles de lactasa disminuyen a lo largo de la infancia. El nivel al que bajan dichos niveles determinan si una persona puede, por ejemplo, beber de adulto dos vasos de leche seguidos sin dolor, diarrea, gases o hinchazón.
Principalmente los europeos del norte ingieren leche sin inconveniente después de la infancia, mientras que otras poblaciones con menos leche y queso en su dieta perdieron dicha capacidad.
Independientemente de su ascendencia, el grado en que la gente puede digerir lactosa es muy variable, y no hay un número preciso de cuánta gente experimenta síntomas que significan total intolerancia a la lactosa, dijo un panel de especialistas convocados por el Instituto Nacional de Salud.
"Hay muchos huecos en el conocimiento", dijo el titular del panel, doctor Frederick Suchy, de la Facultad de Medicina Mount Sinai.
Algunos estudios indican que la gente que cree tener intolerancia a la lactosa, realmente puede digerir el azúcar, y el panel se preocupó de que la gente que evita completamente los productos lácteos se pierde una fuente importante de calcio y vitamina D, nutrientes importantes para la salud ósea y posiblemente para otros aspectos.
El panel aconseja:
-Buscar un diagnóstico médico, ya que los síntomas podrían deberse al síndrome de irritación intestinal u otro trastorno en vez de intolerancia a la lactosa.
-De ser diagnosticada la intolerancia, los estudios sugieren que algunas personas pueden tolerar pequeñas cantidades de productos lácteos, hasta un vaso de leche, de ingerirlo con otros alimentos. Además, algunos productos como el queso bajo en grasas contienen menos lactosa.
-Consumir suficiente calcio o vitamina D de otras fuentes, como jugo de naranja fortificado, productos lácteos sin lactosa, brócoli rico en calcio, productos de soya o suplementos.