miércoles, 26 de mayo de 2010

Improbable acuerdo sobre cambio climático

EFE
El responsable de la ONU sobre cambio climático, Yvo de Boer, opinó que es "altamente improbable" que de la próxima cumbre de Cancún (México) salga un acuerdo vinculante que regule las emisiones de gases de efecto invernadero a partir de 2012, cuando expire el Protocolo de Kioto


En una rueda de prensa previa a la ronda de negociaciones formales que se desarrollará en Bonn (oeste de Alemania) del 31 de mayo al 11 de junio, De Boer sostuvo que los países en vías de desarrollo "querrán saber primero qué supone un acuerdo" antes de convertirlo en vinculante.

En ese sentido, señaló que es "más realista" aspirar a que los acuerdos que se puedan concretar en la cita mexicana de finales de año se tornen en un tratado vinculante en la siguiente cumbre, un año después en Sudáfrica.


De Boer apuntó que uno de los escollos a los que se enfrenta el proceso negociador es precisamente determinar "qué supone un tratado vinculante" y qué implicaciones tendrá para los países que lo suscriban.


Destacó que en la pasada cumbre de Copenhague quedó patente la voluntad internacional de limitar el calentamiento global en dos grados, por encima de los niveles preindustriales, pero advirtió de que con las propuestas de reducción de emisiones comprometidas hasta ahora no se logrará ese objetivo.


"La lucha a largo plazo contra el cambio climático abarcará varias generaciones", señaló.


Exhortó a todas las partes, a Estados industrializados y en vías de desarrollo, a aspirar a objetivos "más ambiciosos" de reducción de emisiones, pero aseguró que ningún "cuerpo abstracto" impondrá unas cifras concretas a "países soberanos".


De Boer explicó que todas las partes están buscando "paridad" en los compromisos del resto y apuntó que, en caso de que las naciones en vías de desarrollo propongan nuevas acciones de mitigación, otras como Estados Unidos podrían incrementar sus objetivos.


Otra posibilidad, prosiguió, sería que los países ricos aceptaran de forma vinculante incrementar sus propuestas de reducción, siempre y cuando los emergentes se comprometieran a hacer lo mismo en la siguiente fase de negociación.


De Boer manifestó que los Estados industrializados deben ahora concretar cómo se van a gestionar las ayudas de 10 mil millones de euros al año hasta 2012 que prometieron en Copenhague, así como los mecanismos que se deben crear para ello.


No obstante, recalcó que la atmósfera de las negociaciones "está siendo constructiva" y destacó la importancia de que el sector privado se una a la lucha a largo plazo contra el cambio climático para que las medidas adoptadas institucionalmente sean efectivas.


Nueva negociadora


Preguntado por su sucesora al frente de la Secretaría de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), la costarricense Christiana Figueres, que le sustituirá en julio, De Boer elogió su "amplia experiencia" en diversos ámbitos de la negociación medioambiental.


"Es tan buena que no necesita mi ayuda para nada. Lo va a hacer muy bien", afirmó.


Figueres, nacida en 1956 en San José, fue vicepresidenta de la CMNUCC y cuenta con quince años de experiencia en asuntos medioambientales.


Además, participó en las negociaciones del Protocolo de Kioto, ocupó la vicepresidencia del Comité de Medición de la Agencia de Medición de Carbono y fue consultora para empresas privadas como la eléctrica española Endesa.


La futura responsable del cambio climático en la ONU es hija del fallecido ex presidente de Costa Rica José Figueres Ferrer y hermana de José María Figueres Olsen, que gobernó el país entre 1994 y 1998.

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