miércoles, 3 de marzo de 2010

Propensos niños obesos a males cardiacos

EFE
Los niños obesos a la edad de tres años tienen elevados niveles de proteína C reactiva, un marcador de inflamación que en adultos alerta sobre posibles enfermedades cardiacas en el futuro


Aunque "todavía no hay forma de aplicar a un contexto clínico" los resultados de la investigación, "es útil saber que la obesidad podría no ser inofensiva en niños pequeños", dijo la profesora de pediatría en la Universidad de Carolina del Norte Asheley Cockrell Skinner, autora principal del estudio publicado en la revista estadounidense Pediatrics.

Según Skinner, "esto podría ayudar a los padres a entender la necesidad de tomar en serio la obesidad en niños", algo que "puede resultar muy difícil de asumir, especialmente cuando se trata de niños muy pequeños".


Los resultados de la investigación


El estudio, realizado por la Universidad de Carolina del Norte, tomó como referencia los datos de un grupo de 16 mil 335 niños de edades comprendidas entre 1 y 17 años y que fueron agrupados en cuatro categorías según su índice de masa corporal.


Un niño de tres años y medio, 39 cm de altura y 15.4 kilogramos de peso pertenecería a la categoría de "saludable", mientras que uno de la misma edad y estatura, pero con 19.5 kilos sería considerado "muy obeso".


De los pacientes estudiados, cerca del 70% tenía el peso adecuado, un 15% presentaba sobrepeso, el 11% obesidad y un 3.5% eran niños clasificados como "muy obesos".


El 42.5% de los niños de entre 3 y 5 años "muy obesos" tenía elevados los niveles de proteína C reactiva (un indicador de la inflamación vascular), frente a un 17% de aquellos con el peso adecuado.


Fue "una sorpresa para nosotros" ver "una relación entre el peso y los elevados indicadores de inflamación vascular mucho antes de lo que esperábamos", señaló Skinner.


Esa diferencia fue incluso más notoria entre los pacientes más mayores, pues el 83% de los niños de entre 15 y 17 años con elevados niveles de esa proteína eran "muy obesos", frente a sólo un 18% con un peso saludable.


Para el cardiólogo Cam Patterson es alarmante que la inflamación asociada con la obesidad esté presente incluso en los niños más pequeños.


Sin embargo, "eso no quiere decir que éstos vayan a empezar a tener ataques de corazón", advirtió.


Según Patterson, el estudio sugiere que se podrían reducir las consecuencias adversas a largo plazo de la inflamación de los vasos sanguíneos adoptando medidas que reduzcan la frecuencia de problemas de salud en la infancia como la obesidad.

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