viernes, 13 de abril de 2012

¿Puede variar el sabor de la leche materna?

NUTRICION.PRO
Según una investigación realizada por expertos de la Universidad de Copenhague, el sabor de la leche materna puede variar en cuestión de minutos y está condicionado a la dieta que realice la madre.
Ya sabemos que la alimentación de la mamá puede condicionar el gusto del bebé, a mayor variedad de alimentos consumidos, mayor es el abanico de nuevos sabores que recibe el bebé y pueden ampliar su gusto por los alimentos en un futuro.
Los investigadores estudiaron a un grupo de 18 voluntarias que amamantaban a sus bebés a las que se les suministraron diferentes comprimidos cuyo contenido proporcionaba el sabor de distintos productos alimenticios. Se utilizaron diferentes sabores, plátano, regaliz, menta, etc., y se recogieron muestras de leche antes y después de proporcionar las cápsulas de sabor a las madres, la idea era comprobar cómo variaba el sabor de la leche materna, cuánto tardaba en adquirir el sabor, durante cuánto tiempo se prolongaba, etc.
Dependiendo del tipo de sabor, la leche materna lo adquiría más tarde o más pronto, así, el sabor del regaliz se incorporaba a la leche al cabo de dos horas de haber ingerido la pastilla de sabor, en cambio, el plátano pudo ser detectado antes de transcurrir una hora desde la ingesta de la pastilla. Los investigadores indican que en lo que respecta al tiempo de incorporación del sabor de un alimento en la leche varía según la mujer, sin embargo, sí determinaron que una vez la leche recibía el sabor, éste tardaba unas ocho horas en desaparecer.
 Esta investigación muestra claramente otro aspecto muy positivo sobre la lactancia materna, gracias a ella se enriquece el gusto por los alimentos en el bebé y posiblemente reciba mucho mejor los alimentos sólidos al reconocer el sabor que ofrecen. Una dieta sana y equilibrada en la que se contemplan distintos alimentos, frutas, verduras, pescados, etc., permitiría mejorar la alimentación del niño en un futuro.
La leche de fórmula ofrece siempre el mismo sabor y no permite enriquecer el gusto de los bebés, este es otro aspecto a tener en cuenta en beneficio del bebé. Los investigadores destacan que en algunas ocasiones una madre puede quejarse de que hay algo en su leche que no le gusta al bebé, porque rechaza el pecho, posiblemente sea algún sabor adquirido a través de la alimentación, con lo que al cabo de ocho horas el bebé debería volver a aceptar el pecho.

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