miércoles, 4 de noviembre de 2009

Los antibióticos y los defectos congénitos

AP
Un estudio sobre el uso de antibióticos por mujeres embarazadas halló un vínculo sorprendente entre antibióticos usados comúnmente para el tratamiento de infecciones urinarias y ciertos defectos congénitos


El antibiótico más usado en los primeros tiempos del embarazo, la penicilina, parece ser el menos dañino.


Las infecciones bacterianas no tratadas pueden causarle trastornos al feto, según los especialistas. Por ello, las embarazadas no deben evitar totalmente los antibióticos sino consultar a sus médicos cuáles deben tomar.


El nuevo estudio es el primer análisis en gran escala de uso de antibióticos durante el embarazo. Halló que las madres de bebés con defectos congénitos tenían una mayor probabilidad que las de bebés sanos de haber tomado dos tipos de antibióticos durante el embarazo: las sulfas como Bactrim y los germicidas urinarios llamados nitrofurantoínas (como Furadantin y Macrobid).


Es la primera vez que se advierte una relación entre los tratamientos para el conducto urinario y los defectos congénitos, dijo la autora principal Krista Crider, genetista de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), que financió el estudio.


"Se necesitarán nuevos estudios para confirmar estas conclusiones", agregó.


Estudiando los antibióticos


Estos antibióticos, que se usan desde hace décadas, son anteriores a la existencia de la Administración de Alimentos y Medicinas (FDA), con sus ensayos rigurosos.


La FDA califica todas las drogas de acuerdo con sus posibles efectos para el feto, pero en muchos casos se carecen de estudios rigurosos, razón por la cual ningún antibiótico accede a la calificación máxima de "A".


Las sulfas son los antibióticos más antiguos y algunos estudios con animales han encontrado que son dañinas durante el embarazo. En cuanto a las nitrofurantoínas, los médicos consideraban que se podían usar para el tratamiento de infecciones urinarias durante el embarazo.


El estudio, que aparece en la revista especializada Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine, podría llevar a los médicos a elegir otras drogas para tratar infecciones en mujeres embarazadas.


Los investigadores estudiaron las historias clínicas de más de 13 mil mujeres que dieron a luz a niños con defectos congénitos y otras 5 mil mujeres de las mismas regiones cuyos bebés nacieron sanos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario