lunes, 30 de agosto de 2010

Científicos desarrollan córnea artificial


Científicos de Europa y Canadá crearon un nuevo tipo de córnea artificial al insertar colágeno en el ojo humano para que estimule a las células del órgano a que vuelvan a crecer y así devolverle la vista al paciente
El método funcionó en un estudio inicial con 10 pacientes en Suecia, dijeron los investigadores, y aunque se necesitan pruebas más amplias, significa un avance hacia la meta de desarrollar una alternativa a los transplantes de córnea. Ante la falta de donantes, éstos no son posibles en gran parte del mundo.
"Estamos intentando regenerar la córnea desde adentro", dijo la doctora May Griffith, científica del Instituto de Investigación del Hospital Ottawa, en Canadá, quien enseña medicina regenerativa en la Universidad Linkoping, en Suecia.
La córnea, una capa transparente que cubre la superficie del ojo, ayuda a enfocar la luz y es indispensable para la vista. Es una membrana frágil, que puede sufrir daños por una lesión o una infección.
Unas 42 mil personas al año reciben transplantes de córnea en Estados Unidos, lo que se considera una cifra adecuada. Sin embargo, se estima que 10 millones de personas sufren de ceguera corneal en todo el mundo y en muchos países no se consiguen donantes. Además, los transplantes pueden frustrarse por el rechazo del tejido.
Los investigadores también trabajan para mejorar otras córneas artificiales de material similar al plástico y para crear tratamientos con células madre que podrían estimular el crecimiento de la córnea.
¿Cómo funciona?
El nuevo método, divulgado en la revista médica Science Translational Medicine, utiliza una córnea "bioartificial", que busca aprovechar las sustancias naturales que componen una córnea verdadera para estimular la curación del tejido.
"Considero este trabajo como un gran avance en la dirección en que necesitamos ir", dijo el doctor Alan Carlson, jefe de transplantes de córnea en el centro oftalmológico de la Universidad Duke, quien no participó del proyecto. Agregó que el aspecto más importante es la posibilidad de lograr que las células del paciente se integren con el tejido implantado.
La córnea está compuesta de colágeno. Los investigadores usaron colágeno humano cultivado en levadura por la compañía FibroGen y le dieron la forma de una lente de contacto. Luego, Griffith y el cirujano óptico Per Fagerholm, de la Universidad Linkoping, estudiaron el funcionamiento de la córnea bioartificial en 10 pacientes que habían sufrido una pérdida severa de la visión por daños en el tejido en cuestión.
Pronto, las células propias de una córnea saludable comenzaron a crecer en el colágeno, la producción de lágrimas se normalizó y hasta los nervios corneales volvieron a crecer. Los pacientes no sufrieron rechazo del tejido implantado ni necesitaron medicamentos inmunosupresores.
Dos años después, seis de los pacientes veían mucho mejor con anteojos, mientras que otros dos no sufrían consecuencias negativas. Al implantarles lentes de contacto (que antes no toleraban), los pacientes veían igual de bien que otro grupo de personas que recibieron transplantes corneales normales.

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