Graviola, contra el cáncer. Es un árbol pequeño, nativo de las selvas del Perú; su fruta se vende en los mercados y se conoce por guanabana. Es una de las plantas anticancerígenas más poderosas y se utiliza desde hace años en Estados Unidos, Asia y Europa y se han realizado centenares de estudios científicos sobre ella.
Dichos estudios han demostrado excelentes resultados sobre el tratamiento de ciertos tumores cancerosos, especialmente localizados en páncreas, pulmón y próstata.
Dichos estudios han demostrado excelentes resultados sobre el tratamiento de ciertos tumores cancerosos, especialmente localizados en páncreas, pulmón y próstata.
También se utiliza para combatir la
El zumo y el fruto están indicadas para combatir gusanos y parásitos y como astringente para la diarrea, las semillas machacadas combaten los parásitos externos e internos y las raíces son hipotensas y sedativas.
Todos lo pacientes que tienen cáncer están infectados de parásitos, que crean numerosos tóxicos en el organismo e impiden que el organismo se defienda correctamente y sucumbe ante las células cancerosas.
Uno de sus componentes: las acetogeninas, derivadas de la cadena de ácidos grasos, tienen la capacidad de luchar contra las células cancerosas, destruyéndolas selectivamente y sin afectar para nada a las células sanas.
No existe incompatibilidad, ya que este producto se combina bien con cualquier otro tratamiento, no posee efectos secundarios, ni produce intolerancia ni alergias.
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