Elige Estar Bien Contigo y comienza a realizar ejercicio. Sus beneficios se presentarán casi de forma inmediata. ¡Ponte los tenis!
La frase: "Mente sana en cuerpo sano", fue adoptada por los griegos como estilo de vida. Ellos sabían perfectamente los beneficios invaluables de la actividad física.
Mucha gente no tiene el hábito de hacer ejercicio en su vida diaria y no conoce los beneficios que puede obtener.
La pereza no es física, es una cuestión mental, si puedes mentalizarte para mover tu cuerpo, estarás en el camino hacia una vida sana y saludable. Debes entender que la paciencia y la constancia deberán ser tus mejores aliados. También es importante que fijes tus objetivos y que no renuncies a ellos fácilmente.
Beneficios tras el ejercicio
Uno de los mejores beneficios que te brinda el deporte es que empiezas a reconocer tu cuerpo. Cuando inicias un régimen de ejercicios las primeras semanas son cruciales. Los músculos y tendones que no se han movido durante mucho tiempo normalmente están adoloridos. Es el momento más difícil y en donde muchos abandonan todo. Estar adolorido es normal, poco a poco tu cuerpo se acostumbrara a estar en movimiento.
Además, el ejercicio también te ayuda a tener un mejor enfoque de los problemas diarios y alerta tus sentidos, te permite pensar claramente, concentrarte mejor y desarrollar la creatividad.
Después de una sesión de ejercicios seguramente te sentirás con otra actitud ante la vida, más fuerte, más seguro y con una autoestima por los cielos.
El ejercicio también estimula tu sistema nervioso y provoca que tu cuerpo libere naturalmente: endorfinas, serotonina y dopamina, que son hormonas que elevan tu estado de ánimo. Es importante decir que reducen la ansiedad, el mal humor y te brindan una sensación general de bienestar no sólo a nivel físico sino también mental. Por si fuera poco el ejercicio es una de las mejores medicinas para combatir la depresión.
Incluso, algunos estudios demuestran que el ejercicio puede ser una de las mejores formas de retrasar el desarrollo del Alzheimer.
¿Qué estás esperando para ponerte los tenis y empezar a moverte?
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