Si uno sigue trabajando después de la edad de jubilación podría evitar el mal de Alzheimer, o demencia senil
Los expertos del centro de estudios King's College de Londres analizaron a más de mil 300 personas que padecen de demencia senil, teniendo en cuenta factores como educación, empleo y jubilación.
Más actividad, mejor vida
La investigación halló que las personas que se jubilaron después que otras lograron evitar ser víctimas de mal de Alzheimer a diferencia de las personas que dejaron de trabajar a una edad más temprana.
Cada año de trabajo adicional fue asociado con seis semanas de demora en padecer demencia.
"El estímulo intelectual que la gente mayor obtiene en el trabajo puede impedir una declinación de la habilidad mental, además que impide por más tiempo que la gente caiga en la demencia", destacó Simon Lovestone, uno de los autores, en una nota de prensa.
Lovestone admitió, sin embargo, que los médicos no llegaban a entender totalmente cómo retrasar o evitar la demencia. Otros estudios han insinuado que a mayor educación menor riesgo de demencia senil.
Otros expertos dijeron que es necesario realizar más estudios para confirmar el resultado.
Males mentales
Suzanne Sorensen, directora de investigación de la Sociedad de Alzheimer, quien no participó en el estudio, dijo que en el caso de algunos hombres que se jubilaron a más temprana edad, hubo factores de salud como presión alta o diabetes, que acrecientan el riesgo de demencia senil.
El mal de Alzheimer es la causa más común de la demencia y abarca casi 60% de todos los casos. La demencia afecta a una de cada 20 personas mayores de 65 años.
Según una organización internacional para el mal de Alzheimer, se calcula que unas 30 millones de personas padecen de demencia senil en todo el mundo.
El estudio fue publicado por una organización internacional de psiquiatría geriátrica y fue financiado por el Fondo de Investigación de Alzheimer y el Consejo de Investigación Médica de Gran Bretaña.
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