NUTRICION.PROG
La dieta de Harward. Esta dieta aboga por una alimentación sana, que evite la obesidad y no sobrepase en exceso las calorías necesarias y donde se eviten las grasas saturadas y azúcares.
Se destacan los elevados niveles de grasa saturada de los lácteos y sugieren consumir espinacas, el repollo, la col o la leche de soja, que son fuentes más seguras para obtener el calcio que necesita el organismo, por lo que habrá que limitar el consumo de lácteos a una o dos raciones por día.
Limitar la mantequilla y las grasas trans y optar por el consumo de aceites saludables como el de oliva y frutos secos. Evitar el consumo de bebidas azucaradas y tomar té, café, tisanas o agua sin azúcar.
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