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Las mujeres que realizan regularmente ejercicios que las hacen transpirar corren un riesgo 30% menor de contraer cáncer endometrial.
Los investigadores en el Instituto Oncológico Nacional analizaron 14 estudios anteriores y descubrieron que la actividad física reduce el riesgo de esa variedad de cáncer en un 20% a 40% en comparación con las mujeres sedentarias. El estudio se publica en Internet en la British Journal of Cancer. Fue financiado por el Instituto Oncológico Nacional.
Desde hace tiempo los científicos saben que el ejercicio reduce el riesgo de cáncer, incluso de mama, colon, esófago y riñones. El exceso de grasa suele provocar mayores niveles hormonales que, a su vez, pueden elevar al riesgo de cáncer.
"Ya sabíamos que mantener el peso corporal saludable era un medio importante de reducir el riesgo de cáncer uterino, pero nuestro estudio reveló que la actividad física tiene un efecto protector de por sí", dijo Steven Moore, del Instituto Oncológico Nacional, autor principal del estudio.
Pero los expertos no están seguros de cuánta actividad física se requiere para reducir ese riesgo. Un estudio reveló que más del 20% de casos de cáncer uterino pudieron haberse evitado si las mujeres se hubieran ejercitado enérgicamente durante 20 minutos por lo menos cinco veces por semana.
En una investigación paralela, Moore y sus colegas también tuvieron en cuenta estudios anteriores que rastrearon cuánto tiempo las mujeres pasaban sentadas. Hallaron que quienes estaban sentadas más de nueve horas diarias tenían un riesgo doble de cáncer endometrial en comparación con quienes estaban sentadas menos de tres horas diarias. En los países desarrollados, las mujeres tenían una probabilidad sobre 40 de contraer esa variedad de cáncer.
"Esta nueva investigación suministra clara evidencia de que mientras más activa sea una mujer (y menos tiempo pase sentada), menos probable es que contraiga cáncer uterino", dijo Sara Hiom, directora de información sobre la salud en el instituto de Investigación Oncológica británica, no vinculada con la investigación.
Hiom dijo que el ejercicio ayudaba a reducir los niveles potencialmente perjudiciales de estrógeno. "Mantenerse activa y pasar más tiempo de pie ayudará a reducir el riesgo de cáncer uterino", sentenció.
Los investigadores en el Instituto Oncológico Nacional analizaron 14 estudios anteriores y descubrieron que la actividad física reduce el riesgo de esa variedad de cáncer en un 20% a 40% en comparación con las mujeres sedentarias. El estudio se publica en Internet en la British Journal of Cancer. Fue financiado por el Instituto Oncológico Nacional.
Desde hace tiempo los científicos saben que el ejercicio reduce el riesgo de cáncer, incluso de mama, colon, esófago y riñones. El exceso de grasa suele provocar mayores niveles hormonales que, a su vez, pueden elevar al riesgo de cáncer.
"Ya sabíamos que mantener el peso corporal saludable era un medio importante de reducir el riesgo de cáncer uterino, pero nuestro estudio reveló que la actividad física tiene un efecto protector de por sí", dijo Steven Moore, del Instituto Oncológico Nacional, autor principal del estudio.
Pero los expertos no están seguros de cuánta actividad física se requiere para reducir ese riesgo. Un estudio reveló que más del 20% de casos de cáncer uterino pudieron haberse evitado si las mujeres se hubieran ejercitado enérgicamente durante 20 minutos por lo menos cinco veces por semana.
En una investigación paralela, Moore y sus colegas también tuvieron en cuenta estudios anteriores que rastrearon cuánto tiempo las mujeres pasaban sentadas. Hallaron que quienes estaban sentadas más de nueve horas diarias tenían un riesgo doble de cáncer endometrial en comparación con quienes estaban sentadas menos de tres horas diarias. En los países desarrollados, las mujeres tenían una probabilidad sobre 40 de contraer esa variedad de cáncer.
"Esta nueva investigación suministra clara evidencia de que mientras más activa sea una mujer (y menos tiempo pase sentada), menos probable es que contraiga cáncer uterino", dijo Sara Hiom, directora de información sobre la salud en el instituto de Investigación Oncológica británica, no vinculada con la investigación.
Hiom dijo que el ejercicio ayudaba a reducir los niveles potencialmente perjudiciales de estrógeno. "Mantenerse activa y pasar más tiempo de pie ayudará a reducir el riesgo de cáncer uterino", sentenció.