jueves, 30 de septiembre de 2010

La hiperactividad es cuestión de genética



ESMAS.COM

El trastorno conocido como déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es una condición genética, según un estudio hecho por científicos del Reino Unido y publicado en el último número de la revista médica británica The Lancet.

Los investigadores, que afirman que el TDAH es un trastorno del desarrollo del cerebro, pertenecen al Centro de Neuropsiquiatría Genética y al Departamento de Neurología y Medicina Psicológica de la Universidad de Cardiff (Gales).

Los niños con TDAH son inquietos, impulsivos y distraídos, recuerdan los expertos, que estiman que uno de cada cincuenta menores padecen este trastorno.

Durante años se consideraba que el problema residía en una mala disciplina por parte de los padres o en un elevado consumo de azúcar de los niños, a pesar de que había varios factores que sugerían que podía haber un componente genético, agrega el estudio.

Según la investigación, un niño con uno de sus padres con TDAH tiene más posibilidades de padecer el trastorno que otro pequeño cuyos padres no están afectados.

El TDAH no tiene cura, pero los síntomas pueden ser tratados con fármacos y terapias para mejorar la conducta de los pequeños.

Los científicos de la universidad galesa hicieron un análisis genético de 366 niños con TDAH y mil 47 sin este trastorno.

Así, los expertos hallaron que los menores con TDAH tenían duplicados segmentos de ADN frente a los que no tenían hiperactividad, resalta el análisis.

"Esperamos que estas conclusiones ayuden a superar el estigma asociado al TDAH ", señaló Anita Thapar, principal investigadora de este estudio, y recordó que muchas veces la gente atribuye el TDAH a una mala disciplina por parte de los padres o a una dieta muy pobre.

"Como médica clínica, me quedaba claro que este no era el caso. Ahora podemos decir que el TDAH es una enfermedad genética y que el cerebro de los niños con este trastorno se desarrolla de manera distinta al de los otros pequeños", agregó Thapar.

Otra investigadora, Kate Langley, ha señalado que "el TDAH no es provocado por un único cambio genético, sino por una serie de cambios genéticos, que interactúan con factores medioambientales no identificados".

El equipo de expertos ha puntualizado que sus conclusiones deberían ayudar a aclarar los malentendidos sobre la hiperactividad, a fin de evitar que los niños y sus familias caigan en el estigma asociado hasta ahora con el trastorno.

"La genética nos permite contar con una ventana de la biología del cerebro. En el futuro estas conclusiones ayudarán a descifrar la base biológica del TDAH y, a su vez, a desarrollar tratamientos nuevos y más efectivos", afirmó Thapar.

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