viernes, 22 de abril de 2011

Los pediatras advierten que las camas de bronceado son "peligrosas"

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Cuando Samantha Hessel escuchó sobre los riesgos asociados a las camas de bronceado, ella los ignoró. Cuando su madre le advirtió que no debía hacerlo tanto, Hessel hizo caso omiso.

Sus amigos y compañeros también lo estaban haciendo. ¿Qué había de malo con acostarse en una cama de bronceado tres o cuatro veces a la semana?

Es una actividad que los pediatras consideran peligrosa. Las leyes deberían prohibir que los menores asistan a centros de bronceado, según anunció la Academia Estadounidense de Pediatría el lunes. Esto hace eco a la postura de la Organización Mundial de la Salud, de la Asociación Médica Estadounidense y de la Academia Estadounidense de Dermatología, quienes consideran que las camas de bronceado pueden ser cancerígenas.


Para Hessel, la apariencia era importante. "Quería verme bien y tener ese tono de piel más oscuro", dijo la estudiante de la Universidad de Wisconsin en Oshkosh. "Creo que la sociedad te hace sentir que bronceada luces mejor que blanca fantasma".

Hessel, que tiene rasgos de porcelana, comenzó a broncearse durante su primer año en preparatoria. Cuando estaba en el primer año en la universidad, Hessel tenía melanoma, la forma más letal de cáncer de piel.

"Se sentía tan irreal", dijo. "Soy una persona sana, tengo 19 años, no lo entiendo. ¿Cómo puedo ser tan joven y tener esto?".

En 2009, Hessel sintió un lunar elevado en su antebrazo izquierdo. Era canceroso. Los médicos congelaron una porción de su brazo y retiraron el lunar. La cirugía le dejó una abierta de 10 centímetros.

El melanoma afecta la capa más profunda de piel e implica riesgos porque se esparce rápidamente. Desde 1992 ha aumentado el 3% al año en mujeres de entre 15 y 39 años.

"Estamos buscando una legislación que prohíba que los jóvenes vayan a salones de bronceado. Estamos protegiendo a la juventud de algo potencialmente dañino", dijo la Dra. Sophie Balk, autora líder de la declaración escrita por el comité de la Academia Estadounidense de Pediatría.

La Asociación de Bronceado a Puertas Cerradas no está de acuerdo con que el bronceado deba ser legislado. "Estamos hablando de un bronceado al sol", dijo John Overstreet, vocero de la asociación. "Es una decisión que deben tomar los padres, no el gobierno. Dejen que los padres tomen la decisión".

Agregó que no hay evidencia científica que muestre que el bronceado es peor si se realiza a una edad menor. Aunque los niños pueden no ser más vulnerables a los cánceres de piel, son menos capaces de tomar decisiones responsables, dijo el Dr. David Fisher, jefe de dermatología en el Hospital General de Massachusetts y profesor de pediatría en la Facultad de Medicina de Harvard.

"La industria ha explotado este hecho. Tienen paquetes para el uso repetido”, dijo. La publicidad aparece antes de la temporada de graduaciones y ofrece descuentos a los estudiantes. "Hay algunos locales donde incluso dicen que los rayos ultravioleta son saludables porque ofrecen vitamina D. Es un concepto increíblemente irresponsable que hace que padres o jóvenes piensen que no es tan malo. ¿Qué tiene de malo quererse ver bien para la graduación?".

El bronceado es una técnica insuficiente para obtener vitamina D, dicen los médicos. Los métodos más seguros son suplementos o exposición incidental al sol.

Existen dos tipos de radiación. Los rayos UVA causan un daño más profundo a la piel, generando arrugas y daños al ADN, lo que ocasiona el oscurecimiento. Los rayos UVB causan quemaduras de sol. Las lámparas ultravioleta y las camas de bronceado emiten rayos UVA que dan a los clientes un brillo sin quemaduras de sol.

La intensidad de la radiación UVA de las cámaras de bronceado puede ser “entre 10 y 15 veces mayor que la del sol de medio día”, según el informe publicado en el diario Pediatrics.

Aunque los casos de melanoma en gente muy joven, como Hessel, son poco comunes, la cuarta parte de los adolescentes blancos de entre 13 y 19 años de edad dicen haber usado instalaciones de bronceado al menos una vez.

El ritual de Hessel comenzaba a finales de febrero para prepararse para la graduación. Pagaba entre 30 y 55 dólares al mes por un bronceado ilimitado, y se recostaba en las camas durante 20 minutos.

“Oculta los granos”, dice. “Te hace sentir que tu piel luce menos imperfecta, un poco. Te hace sentir bien, como un falso sentimiento de bienestar”.

El bronceado “cambia la secuencia de ADN y tiene el potencial de producir distintos tipos de cáncer de piel”, dijo Fisher. Causa la producción de melanina, que oscurece la piel.

Hay información sobrecogedora que sugiere que el melanoma, el cáncer en la capa más profunda de la piel, el carcinoma celular basal (de la capa media) y el carcinoma celular escamoso (capa superficial) están relacionados al uso de camas de bronceado y a la exposición al sol.

En su búsqueda de un bronceado brillante, los adolescentes están envejeciendo prematuramente su piel en 10 o 20 años, dijo Fisher.

“Hace que se arruguen y aumenta la posibilidad de padecer cáncer de piel”, dijo Balk, pediatra del Hospital Infantil en Montefiore, Nueva York. “Eso no significa que todos vayan a desarrollar cáncer de piel, pero aumenta el riesgo”.

La exposición a la luz del sol también es un riesgo. Los pediatras recomiendan usar ropa, sombreros, bloqueador (de al menos 15 SPF) y evitar la exposición al sol en horas pico, entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde. Sentarse en la sombra no siempre es de ayuda porque la arena, la nieve, el concreto y el agua pueden reflejar hasta el 85 por ciento de la luz solar.

Hessel usaba un bronceador facial en lugar de protector solar cuando estaba al aire libre. Ahora usa protector solar todo el tiempo, incluso en los inviernos de Wisconsin.

"Me siento mucho mejor siendo pálida", dice.

Los riesgos del bronceado ya no valen la pena, sobre todo después de la experiencia de cáncer de piel que la dejó marcada.

"Prefiero tener mis granos que cicatrices en mi rostro".

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