CNN MÉXICOAlgunos residentes de la costa del Golfo y ex empleados de limpieza sufren una enfermedad misteriosa, según un médico de Louisiana que ha tratado a docenas de pacientes que se quejan de síntomas similares.
“Estoy lidiando con un amplio abanico de gente y los síntomas son casi idénticos en todos los casos”, dijo a Natalie Allen de CNN el médico Mike Robichaux, otorrinolaringólogo con base en Raceland, Louisiana.
“Lo que ha sido extraño sobre esto es que los pacientes llegan con cierto grado de pérdida de memoria, alta presión sanguínea, presiones que se elevan y después bajan a niveles inferiores al estándar, así como niveles fluctuantes de azúcar en la sangre. Además hay ciertos problemas pulmonares y algunos problemas gastrointestinales serios”.
El médico dijo que ha tratado a cerca de 60 pacientes que sufren la misma combinación de síntomas, pero cree que hay muchos más padeciéndolos.
Robichaux expuso que “no cabe duda” que estas dificultades de salud son causadas por el contacto con el petróleo y los dispersantes. “La única duda es si esta sopa de materiales está causando problemas”, dijo. “Hubo personas expuestas a todos los químicos, algunas sólo a ciertos químicos; unas en periodos prolongados y otras no tanto”.
Habló del caso de un hombre de 27 años que padece un dolor abdominal tan severo que debe tomar morfina para aliviarlo. El hombre también tiene dolores de cabeza debilitantes y pérdida de memoria severa, pero por meses no tuvo idea de qué era lo que causaba sus síntomas. Robichaux dijo que su experiencia fue la “típica” del conjunto de pacientes que ve.
Los problemas de salud reciben muy poca atención a nivel nacional. “No ha habido ni un sólo artículo en problemas de salud”, dijo. “Hablan de pelícanos y de otras aves playeras, cangrejos, camarones, etc., y no se habla del impacto humano”.
La explosión del 20 de abril de 2010 en la plataforma Deepwater Horizon causó el peor derrame petrolero en la historia de Estados Unidos, en el que se derramaron más de 200 millones de galones de crudo en el Golfo. Cientos de miles de galones de dispersantes químicos quedaron en el mar. En el clímax de la crisis, en junio de 2010, el 37% de las aguas de Golfo, el equivalente a 230,000 kilómetros cuadrados, fueron cerrados a la pesca.
“Estoy lidiando con un amplio abanico de gente y los síntomas son casi idénticos en todos los casos”, dijo a Natalie Allen de CNN el médico Mike Robichaux, otorrinolaringólogo con base en Raceland, Louisiana.
“Lo que ha sido extraño sobre esto es que los pacientes llegan con cierto grado de pérdida de memoria, alta presión sanguínea, presiones que se elevan y después bajan a niveles inferiores al estándar, así como niveles fluctuantes de azúcar en la sangre. Además hay ciertos problemas pulmonares y algunos problemas gastrointestinales serios”.
El médico dijo que ha tratado a cerca de 60 pacientes que sufren la misma combinación de síntomas, pero cree que hay muchos más padeciéndolos.
Robichaux expuso que “no cabe duda” que estas dificultades de salud son causadas por el contacto con el petróleo y los dispersantes. “La única duda es si esta sopa de materiales está causando problemas”, dijo. “Hubo personas expuestas a todos los químicos, algunas sólo a ciertos químicos; unas en periodos prolongados y otras no tanto”.
Habló del caso de un hombre de 27 años que padece un dolor abdominal tan severo que debe tomar morfina para aliviarlo. El hombre también tiene dolores de cabeza debilitantes y pérdida de memoria severa, pero por meses no tuvo idea de qué era lo que causaba sus síntomas. Robichaux dijo que su experiencia fue la “típica” del conjunto de pacientes que ve.
Los problemas de salud reciben muy poca atención a nivel nacional. “No ha habido ni un sólo artículo en problemas de salud”, dijo. “Hablan de pelícanos y de otras aves playeras, cangrejos, camarones, etc., y no se habla del impacto humano”.
La explosión del 20 de abril de 2010 en la plataforma Deepwater Horizon causó el peor derrame petrolero en la historia de Estados Unidos, en el que se derramaron más de 200 millones de galones de crudo en el Golfo. Cientos de miles de galones de dispersantes químicos quedaron en el mar. En el clímax de la crisis, en junio de 2010, el 37% de las aguas de Golfo, el equivalente a 230,000 kilómetros cuadrados, fueron cerrados a la pesca.
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