NEOMUNDO.COM
Un estudio realizado por una Profesora de psicología de la universidad de Syracusa, en EE.UU, realizó un complejo análisis acerca de qué áreas del cerebro trabajan al momento de "el enamoramiento".
El trabajo que realizó Stephanie Ortigue -que se publica en la revista Journal of Sexual Medicine- reveló varios puntos interesantes:
"Cuando una persona se enamora hay, por lo menos, una docena de regiones del cerebro que trabajan en forma coordinada para liberar una cascada de moléculas neurotransmisoras (entre otras dopamina, oxitocina y adrenalina) que modulan distintas respuestas cognitivas".
Entre otras, las representaciones mentales, las metáforas, y la imagen corporal que se creía en la "mente".
Es tal el trabajo del cerebro que Ortigue se pregunta si "el órgano que se enamora es el corazón o el cerebro?.
Y su respuesta es que "el amor es algo tan complejo que trabaja en forma general, sobre el cuerpo y el metabolismo".
Y agrega un ejemplo: "cuando se activan algunas de las partes del cerebro y se generan cascadas de neurotransmisores, también se estimula, por ejemplo, la velocidad el corazón o sensaciones particulares en el estómago. Son síntomas que, a veces, sentimos como una manifestación del corazón, pero que han sido generadas desde el cerebro".
La experta también recuerda que otras investigaciones previas han encontrado que el sentimiento amoroso también modifica otros componentes corporales como, por ejemplo, una molécula responsable de acelerar el crecimiento o de los nervios.
Se sabe, desde hace tiempo, que los niveles esta molécula en sangre son significativamente superiores en las parejas que han comenzado su relación amorosa hace poco.
Otros resultados de la investigación lograron encontrar algunas diferencias particulares relacionadas con el tipo de "amor".
Por ejemplo, el amor incondicional (como el que existe entre una madre su hijo) parece encender ciertas zonas del cerebro que son diferentes que las zonas neuronales que más trabajan y se relacionan cuando se trata de amor "de pareja".
Finalmente, la experta destacó que "el enamorase puede generar en el cerebro un sentimiento de euforia que puede compararse al que genera el uso de la cocaína. Y el despertar de este sentimiento puede tomarse medido en actividad cerebral- la quinta parte de un segundo.
El trabajo que realizó Stephanie Ortigue -que se publica en la revista Journal of Sexual Medicine- reveló varios puntos interesantes:
"Cuando una persona se enamora hay, por lo menos, una docena de regiones del cerebro que trabajan en forma coordinada para liberar una cascada de moléculas neurotransmisoras (entre otras dopamina, oxitocina y adrenalina) que modulan distintas respuestas cognitivas".
Entre otras, las representaciones mentales, las metáforas, y la imagen corporal que se creía en la "mente".
Es tal el trabajo del cerebro que Ortigue se pregunta si "el órgano que se enamora es el corazón o el cerebro?.
Y su respuesta es que "el amor es algo tan complejo que trabaja en forma general, sobre el cuerpo y el metabolismo".
Y agrega un ejemplo: "cuando se activan algunas de las partes del cerebro y se generan cascadas de neurotransmisores, también se estimula, por ejemplo, la velocidad el corazón o sensaciones particulares en el estómago. Son síntomas que, a veces, sentimos como una manifestación del corazón, pero que han sido generadas desde el cerebro".
La experta también recuerda que otras investigaciones previas han encontrado que el sentimiento amoroso también modifica otros componentes corporales como, por ejemplo, una molécula responsable de acelerar el crecimiento o de los nervios.
Se sabe, desde hace tiempo, que los niveles esta molécula en sangre son significativamente superiores en las parejas que han comenzado su relación amorosa hace poco.
Otros resultados de la investigación lograron encontrar algunas diferencias particulares relacionadas con el tipo de "amor".
Por ejemplo, el amor incondicional (como el que existe entre una madre su hijo) parece encender ciertas zonas del cerebro que son diferentes que las zonas neuronales que más trabajan y se relacionan cuando se trata de amor "de pareja".
Finalmente, la experta destacó que "el enamorase puede generar en el cerebro un sentimiento de euforia que puede compararse al que genera el uso de la cocaína. Y el despertar de este sentimiento puede tomarse medido en actividad cerebral- la quinta parte de un segundo.