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El antidepresivo Reboxetina es, en líneas generales, un medicamento "ineficaz y potencialmente dañino", según indica un estudio exhaustivo del fármaco publicado en la revista médica British Medical Journal (BMJ)
Dicho trabajo divulgado en el BMJ muestra también que casi tres cuartas partes de los datos de los pacientes que se sometieron a ensayos médicos con Reboxetina no se han publicado hasta ahora, y que la información divulgada sobrestima los beneficios del tratamiento y subestima sus daños.
Todo ello subraya la necesidad urgente de hacer públicos de forma obligatoria los resultados obtenidos en los ensayos clínicos, de acuerdo con el citado estudio.
En muchos países europeos se aprobó en 1997 el empleo de la Reboxetina para el tratamiento de la depresión, aunque han surgido dudas sobre su efectividad, en base a estudios recientes y por el rechazo de Estados Unidos en el 2001 de la solicitud de aprobar su empleo.
No obstante, de acuerdo con el citado estudio, los resultados de las pruebas médicas muestran un perfil favorable al riesgo en el uso de la Reboxetina.
Un equipo de investigadores del German Institute For Quality And Efficiency In Health Care (IQWIG) valoró los beneficios y los daños ocasionados por la Reboxetina, en comparación con el placebo u otros antidepresivos conocidos como el SSRI (inhibidor selectivo de la recaptación de la Serotonina), utilizados para tratar a adultos que sufren depresión.
Los investigadores también midieron el impacto de potenciales publicaciones tendenciosas en los ensayos médicos con Reboxetina, donde era más probable que se publicaran resultados positivos que aquellos desfavorables.
El equipo de expertos analizó las conclusiones obtenidas en 13 ensayos médicos, entre las que incluyeron ocho pruebas realizadas previamente por el fabricante de la Reboxetina, Pfizer, cuyos resultados no se habían publicado.
La calidad en general de dichos ensayos fue buena, pero los investigadores observaron que los resultados de éstas en el 74% de los pacientes no se publicaron.
Tras ese análisis, los investigadores concluyeron que la Reboxetina es, en general, un antidepresivo ineficaz y potencialmente dañino.
Los expertos no encontraron diferencias significativas en cuanto a sus beneficios frente al uso de placebo y observaron beneficios inferiores de ese fármaco en comparación con el empleo de las SSRIs.
También obtuvieron un porcentaje mayor de pacientes afectados por incidentes adversos por el uso de esta droga que el obtenido con el placebo, y registraron una tasa superior de retirada del medicamento debido a efectos adversos que la registrada por el empleo placebo y la SSRI Fluoxetina.
Tras comparar los ensayos médicos cuyos resultados habían sido publicados con aquellos otros que no se habían hecho públicos, los investigadores vieron que la información publicada sobrevaloraba el beneficio de la Reboxetina y subestimaba sus daños.
Este hecho, según los autores del estudio, es un ejemplo llamativo de la parcialidad de la publicación, lo que resulta en un registro público distorsionado de un tratamiento.
También advierten de que las publicaciones tendenciosas también pueden afectar a las decisiones que se toman sobre política sanitaria y al contenido de las guías médicas.
"Nuestros hallazgos subrayan la necesidad urgente de la publicación obligatoria de los datos de los ensayos médicos", dicen los autores del estudio.
En otro análisis que publica el BMJ, estos mismos autores argumentan que las actuales regulaciones sobre la publicación de resultados de ensayos médicos son "insuficientes" y consideran que hacen falta medidas para dar a pacientes, personal clínico y autoridades sanitarias "evidencia verificada e imparcial sobre la que basarse a la hora de tomar decisiones".
En un editorial escrito por los directores de la citada revista, Fiona Godlee y Elizabeth Loder, señalan que a la hora de adoptar decisiones médicas "es vital que haya información completa sobre ensayos clínicos con fármacos, dispositivos y otros tratamientos llevados a cabo previamente"
Dicho trabajo divulgado en el BMJ muestra también que casi tres cuartas partes de los datos de los pacientes que se sometieron a ensayos médicos con Reboxetina no se han publicado hasta ahora, y que la información divulgada sobrestima los beneficios del tratamiento y subestima sus daños.
Todo ello subraya la necesidad urgente de hacer públicos de forma obligatoria los resultados obtenidos en los ensayos clínicos, de acuerdo con el citado estudio.
En muchos países europeos se aprobó en 1997 el empleo de la Reboxetina para el tratamiento de la depresión, aunque han surgido dudas sobre su efectividad, en base a estudios recientes y por el rechazo de Estados Unidos en el 2001 de la solicitud de aprobar su empleo.
No obstante, de acuerdo con el citado estudio, los resultados de las pruebas médicas muestran un perfil favorable al riesgo en el uso de la Reboxetina.
Un equipo de investigadores del German Institute For Quality And Efficiency In Health Care (IQWIG) valoró los beneficios y los daños ocasionados por la Reboxetina, en comparación con el placebo u otros antidepresivos conocidos como el SSRI (inhibidor selectivo de la recaptación de la Serotonina), utilizados para tratar a adultos que sufren depresión.
Los investigadores también midieron el impacto de potenciales publicaciones tendenciosas en los ensayos médicos con Reboxetina, donde era más probable que se publicaran resultados positivos que aquellos desfavorables.
El equipo de expertos analizó las conclusiones obtenidas en 13 ensayos médicos, entre las que incluyeron ocho pruebas realizadas previamente por el fabricante de la Reboxetina, Pfizer, cuyos resultados no se habían publicado.
La calidad en general de dichos ensayos fue buena, pero los investigadores observaron que los resultados de éstas en el 74% de los pacientes no se publicaron.
Tras ese análisis, los investigadores concluyeron que la Reboxetina es, en general, un antidepresivo ineficaz y potencialmente dañino.
Los expertos no encontraron diferencias significativas en cuanto a sus beneficios frente al uso de placebo y observaron beneficios inferiores de ese fármaco en comparación con el empleo de las SSRIs.
También obtuvieron un porcentaje mayor de pacientes afectados por incidentes adversos por el uso de esta droga que el obtenido con el placebo, y registraron una tasa superior de retirada del medicamento debido a efectos adversos que la registrada por el empleo placebo y la SSRI Fluoxetina.
Tras comparar los ensayos médicos cuyos resultados habían sido publicados con aquellos otros que no se habían hecho públicos, los investigadores vieron que la información publicada sobrevaloraba el beneficio de la Reboxetina y subestimaba sus daños.
Este hecho, según los autores del estudio, es un ejemplo llamativo de la parcialidad de la publicación, lo que resulta en un registro público distorsionado de un tratamiento.
También advierten de que las publicaciones tendenciosas también pueden afectar a las decisiones que se toman sobre política sanitaria y al contenido de las guías médicas.
"Nuestros hallazgos subrayan la necesidad urgente de la publicación obligatoria de los datos de los ensayos médicos", dicen los autores del estudio.
En otro análisis que publica el BMJ, estos mismos autores argumentan que las actuales regulaciones sobre la publicación de resultados de ensayos médicos son "insuficientes" y consideran que hacen falta medidas para dar a pacientes, personal clínico y autoridades sanitarias "evidencia verificada e imparcial sobre la que basarse a la hora de tomar decisiones".
En un editorial escrito por los directores de la citada revista, Fiona Godlee y Elizabeth Loder, señalan que a la hora de adoptar decisiones médicas "es vital que haya información completa sobre ensayos clínicos con fármacos, dispositivos y otros tratamientos llevados a cabo previamente"
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