EL HERALDO DE CHIHUAHUA
Tulancingo, Hidalgo.- Hace un año, ya, que los encargados de farmacias en México están obligados, por ley, a no expender antibióticos sin receta.
La medida la cumplen a cabalidad en Tulancingo. Los responsables de boticas piden prescripción médica por escrito.
Las recetas, además de especificar el nombre completo del galeno, debe contener datos como la Universidad de la que egresó y emitió su título profesional. Y un dato importante es el número de cédula profesional.
Cualquier antibiótico desde el 25 de agosto de 2010 se comercializa con receta, porque ésta se queda en farmacia y, a su vez, se entrega a los proveedores.
Se estima que son más de dos mil fármacos con "candado". Desde las más comunes como terramicina o cloranfenicol hasta las penicilinas en todas sus presentaciones (ampicilinas, pentrexyl, dicloxacilina).
El objetivo es erradicar la automedicación y, con ello, evitar el uso indiscriminado de estos fármacos, además de que la gente ya no se automedique..
Lo anterior fue propuesto por la Comisión Federal de Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Los antibióticos prohibidos son los de la familia de penicilinas (primera, segunda y tercera generaciones), aunque la medida excluye las presentaciones nasales, cutáneas, oftálmicas y ópticas.
Pero las que sin duda tienen riguroso "candado" son las cefalosporinas, entre las que destacan Ceftriaxona, Bactrim F, Koptin, Keflex, Megion I.M., Cefabiot, Denvar y Ciprofloxacina, conocidos en el argot médico como "de amplio espectro".
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