jueves, 20 de octubre de 2011

Cáncer de mama amenaza a mexicanas


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Al menos ocho millones de mexicanas se encuentran en riesgo de padecer cáncer de mama, la primera causa de muerte en mujeres con enfermedades cancerosas, dijo Gerardo Castorena.

El médico, uno de los pocos especialistas mexicanos en cáncer de mama que se especializó en cirugía oncológica en Europa, explicó que en 2008 se diagnosticaron 14 mil casos de cáncer de mama en México y que la tasa de incidencia es de 22.4 casos por cada 100 mil mujeres y ocupa el primer lugar en mortalidad femenina arriba de 15 años.

"El numero de muertes anuales por cáncer de mama superan las 4 mil 500", indicó el médico.

En entrevista respeto a su libro "Veinte respuestas para el cáncer de mama" (Ediciones B, 2010), Castorena explicó que hay un gran desconocimiento entre las mujeres sobre los peligros de esta enfermedad, y que muchas de ellas se resisten a acudir a un médico especialista hasta que el cáncer está avanzado, aunque es curable si se detecta a tiempo.

El libro advierte sobre diversos mitos en torno a este cáncer, entre los cuales está la idea de que los ginecólogos son los especialistas en este padecimiento, el pensar que solo mujeres con antecedentes genéticos lo sufren, que no es doloroso, o que no se puede hacer nada cuando se diagnostica esta enfermedad.

Además, Castorena indicó que las mujeres acuden a diversos médicos generales o con ginecólogos los cuales no son expertos en oncología y por lo mismo no ofrecen una atención adecuada y se atreven a operar, lo que causa mayores males, y eleva la mortalidad.

"El 90% de las intervenciones de cáncer de mama las hacen ginecólogos, gastroenterólogos, cirujanos generales, lo que eleva la tasa de mortalidad", precisó.

Añadió que la mayor cantidad de los casos diagnosticados se dan en mujeres de entre 25 y 54 años, con una media de 47 años, aunque aclaró que cada vez más se han encontrado casos de jóvenes incluso menores a los 21 años.

Los tratamientos para el cáncer de mama consisten en cirugía, radioterapia, quimioterapia y hormonoterapia, por separado o combinados, de acuerdo con el estado en que se encuentre el tumor.

Añadió que actualmente se realizan unas 250 mil mastografías (radiografía de rayos X de lo senos) cifra menor a las que se requieren para atender a la población femenina adulta.

Indicó que los ingresos de su libro, que es el primero en su tipo escrito por un oncólogo experto en el tema, serán donados a esta fundación.

Afirmó que gracias a las campañas de difusión se logró reducir la mortalidad causada por el cáncer cérvico uterino, y señaló que las mujeres acuden a revisiones periódicas

Indicó que aunque él trabaja en un centro privado el hospital ABC, también colabora con la Fundación Cimab (Asociación Mexicana contra el Cáncer de Mama) que es un organismo civil que atiende a mujeres de bajos recursos.

Faltan oncólogos en México

Castorena indicó que uno de los problemas principales es la falta de especialistas y precisó que el Consejo Mexicano de Oncología sólo tiene certificados a mil 132 especialistas en diversos tipos de cáncer, de los cuales apenas un medio centenar atienden el cáncer de mama.

Explicó que los oncólogos pueden tratar cualquier tipo de cáncer, y que lo ideal sería que éstos pudieran enseñar a los ginecólogos a dar tratamiento a estos padecimientos.

Castorena lamentó que las 60 escuelas de medicina que existen en los 32 estados y el Distrito Federal, salen médicos sin preparación o con mala calidad de educación médica que no cumple con los estándares y sin ninguna opción para su especialización.

Añadió que entre las recomendaciones incluidas en su libro, está el auto exploración regular para detectar anomalías en sus senos que pudieran ser alertas sobre esta enfermedad, entre las cuales están las asimetrías destacadas, los cambios en la piel, heridas o hendiduras, bultos, secreciones en los pezones, una mayor cantidad de venas en la mama, entre otras.

Finalmente aclaró que los implantes de seno, o de glúteos, o pantorrillas, en los cuales Brasil ocupa el primer lugar, seguido por México y Colombia, son realmente inofensivos y no provocan problemas de salud, siempre que sean efectuados por especialistas.

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