sábado, 4 de junio de 2011

Del jardín a la mesa, cosecha lechugas 'sanas' sin la bacteria 'E. Coli'

CNN MÉXICO


¿Piensas sacar la lechuga de tu dieta después de enterarte de la epidemia de E. coli en Alemania que causó el retiro del mercado de estos vegetales?

Aún te queda una opción. Al cultivarlas en casa no sólo evitarás este riesgo sino que también ahorrarás dinero y disfrutarás de una casi interminable variedad de opciones orgánicas y tendrás ensaladas frescas al alcance de tu mano durante todo el año (incluso sin tener un jardín exterior).

Materiales:

Semillas

Existe una gran variedad de lechugas: de hoja (o de hoja suelta como Lolla Rossa y la Simpson de semilla negra), arrepollada o de cabeza dura (Iceberg y Grandes Lagos), cabeza de mantequilla (Bibb y Buttercrunch), Cos (también llamada Romana) y de tallo (comúnmente utilizada en la cocina china). Para recipientes pequeños de jardín y jardineras, la hoja suelta es una apuesta segura, ya que crece rápidamente y no necesita echar raíces profundas.

La mayoría de las ferreterías y tiendas de jardín manejan una amplia variedad de semillas a precios bajos. Si quieres algo distinto y eres un jardinero arriesgado podrías querer experimentar con coloridos paquetes de semillas heirloom llenas de sabor y paquetes de semillas orgánicas y de mezclas a través de minoristas en línea. Seed Savers Exchange y D. Landreth disponen de docenas, desde la centelleante Máscara hasta la profunda Red Velvet.

Recipientes

Casi cualquier cosa puede servir, desde macetas de terracota y jardineras de plástico compradas en la tienda, hasta contenedores de comida para llevar, cajas para pasteles, botellas de dos litros cortadas a la mitad y estuches de plástico vacíos del supermercado. El recipiente sólo necesita ser seguro para los alimentos, con varios centímetros de profundidad y estar perforado en el fondo para permitir el drenado. Comenzar con la cabeza de lechuga en macetas de turba dentro de los contenedores permitirá la opción de trasplantarlas a espacios más grandes de jardín o incluso compartir el botín con amigos.

Tierra

Si va a ser alimento, va a terminar dentro de ti. Si es posible, escoge tierra orgánica para maceta o libre de químicos que puedes encontrar en las principales ferreterías y mercados especializados.

Luz

Áreas exteriores con sombra ligera son ideales, las tiernas y jóvenes hojas son susceptibles a quemarse con el brillo del sol, pero las jardineras y armarios de la cocina también pueden producir cosechas sorprendentemente robustas.

Si no hay disponible iluminación natural, focos blancos frescos y luces fluorescentes pueden estimular el crecimiento de los vegetales. Las semillas necesitan alrededor de 12 horas de luz al día, y los jardineros podrían necesitar ajustar la distancia del foco a la tierra para conocer lo que funciona mejor en su casa.

También necesitarás una botella con atomizador y algunas envolturas de plástico.

Instrucciones:

Coloca por lo menos 5 centímetros de tierra húmeda ligeramente presionada en un recipiente con hoyos para el drenado. Arroja una escasa capa de semillas sobre la tierra y posteriormente arroja tierra de manera ligera.

Humedece la tierra con unos cuantos bombeos de la botella con agua, cubre ligeramente el recipiente con una envoltura de plástico y colócalo en un lugar brillante y caluroso.

Las semillas deben germinar en unos cinco días. Una vez que lo han hecho, quita la envoltura de plástico y mantén el recipiente bajo la luz alrededor de 12 horas al día.

Mantén la tierra húmeda con la botella con rociador o humedece suavemente desde una lata o taza. Asegúrate que el suelo esté drenando y que no se esté estancando el agua al fondo del recipiente.

La mayor parte de los cultivos estarán listos para su cosecha y para disfrutarse entre tres o cuatro semanas, dependiendo de la variedad de las hojas, y en más tiempo para cabezas robustas. Sólo lleva directamente las hojas a un colador, enjuaga y disfruta los frutos y vegetales, de tu trabajo.

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