martes, 28 de junio de 2011

Internet te puede provocar un cerebro de 'palomitas de maíz'

CNNMEXICO


Cuando Hilarie Cash regresa a su casa del trabajo, se siente atraída por la computadora, como si fuera un imán que la jala. Quizá hay un correo electrónico de un amigo esperándola, un tuit gracioso, o una nueva fotografía publicada en Facebook.

“Encuentro realmente difícil alejarme”, dice Cash. Aunque para esa hora ya ha pasado más de 8 horas conectada a internet en su oficina, quiere más: “Es tan difícil para mí decir ‘no lo hagas'”.

¿Realmente es importante si Cash se conecta a internet más de 12 horas al día? Los expertos opinan que sí. La preocupación es que la vida en línea nos está dando lo que el investigador, David Levy, llama cerebro de palomitas de maíz: un cerebro tan acostumbrado a la estimulación constante de las multitareas electrónicas que no está preparado para la vida real, donde las cosas surgen a un ritmo más lento.

Preferir un smartphone que las relaciones verdaderas


“Es realmente ubicuo”, dice un terapeuta que trata a personas que tienen problemas para renunciar a sus gadgets. “No podemos sentarnos tranquilamente a esperar el autobús, y eso está muy mal, porque nuestros cerebros necesitan ese tiempo para descansar, para procesar las cosas”.

Clifford Nass, un psicólogo social en la Universidad de Stanford, dice que en los estudios se demuestra que las multitareas en internet pueden hacer que olvides cómo leer las emociones humanas. Cuando les mostramos fotografías de rostros a personas que hacen multitareas en línea, les cuesta trabajo identificar las emociones que mostraban las personas en las fotos.

Cuando les leyó historias a los multitaskers, se les dificultó identificar las emociones de las personas en las historias y también decir qué harían para hacer que la persona se sintiera mejor.

“La interacción humana es una habilidad aprendida, y ellos no la practican lo suficiente”, dice.

Éste es tu cerebro en la tecnología

El cerebro humano está conectado para desear la gratificación instantánea, el ritmo rápido y lo impredecible de la tecnología.

“Nunca sé de que se va tratar el siguiente tuit. ¿Quién me envió un e-mail?, ¿Qué encontraré con el siguiente clic en el mouse?, ¿Qué me espera?”, dice Cash. “Pero sé que es lo que me espera en mi jardín si decido cuidar mis plantas en lugar de conectarme a internet”.

La doctora Nora Volkow, directora del National Institute on Drug Abuse, admite que a ella también le cuesta trabajo resistirse al llamado de su BlackBerry. “Durante las vacaciones, lo estoy viendo a pesar de que no es necesario”, dice. “O salgo a caminar con mi esposo y no puedo resistir la tentación de revisar mi e-mail. Me siento culpable, pero lo hago”.

Ella explica que la estimulación constante puede activar las células de dopamina en el núcleo accumbens, un importante centro del placer del cerebro.

Con el tiempo, y con el suficiente uso de internet, la estructura de nuestros cerebros realmente puede cambiar físicamente, de acuerdo con un nuevo estudio. Los investigadores en China realizaron resonancias magnéticas en los cerebros de 18 estudiantes universitarios que pasaron alrededor de 10 horas al día en línea.

Comparados con el grupo de control que pasó menos de dos horas al día en línea, estos estudiantes tenían menos materia gris, la parte pensante del cerebro. Este estudio fue publicado en la edición de junio de PLoSONE, una publicación en línea.

Cómo hacer frente al cerebro de palomitas de maíz

Algunas personas pueden cambiar fácilmente del estallido constante de la vida en línea al ritmo más lento del mundo real. Si no eres uno de ellos, y el ritmo lento te desespera, aquí hay algunos consejos:

1. Mantén un registro de tu vida en línea

Registra cuánto tiempo pasas en línea y qué es lo que haces, sugiere Levy. Ten en cuenta cómo te sientes antes y mientras estás frente a la computadora.

“Todos a quienes les he dicho esto han regresado con una comprensión personal”, dice. “Con mucha frecuencia, la gente dirá que suelen conectarse cuando se sienten ansiosos o aburridos”.

2. Establece límites para tu uso de internet

Date un periodo específico de tiempo —digamos, dos horas— para responder e-mails personales, actualizar tu página de Facebook y revisar los mensajes de texto, sugiere Cash. Después de eso, es momento de apagar la computadora (o smartphone) y hacer algo fuera de línea.

3. Mira por la ventana

Tómate dos minutos para mirar por la ventana. Levy dice que esto puede ayudar a entrenar a tu cerebro a desacelerarse un poco.

4. Establece tiempos libres

En un blog de Psychology Today, el psicólogo Robert Leahy recomienda experimentar tiempos libres de BlackBerry. Por ejemplo, “no voy a revisar mis mensajes de 6 a 9 pm”, escribe. Leahy, director del Instituto Americano para Terapia Cognitiva, también recomienda premiarte por cada hora en la que no revisas. “Dí que estás reclamando tu vida”, escribe.

5. Llama por teléfono a un amigo

Blogueros en WikiHow comparten su propia lista de consejos sobre cómo dejar de depender de todo, desde búsquedas en internet hasta enviar mensajes de texto. Una persona sugiere llamar a un amigo en lugar de enviarle un mensaje instantáneo. "Llama a un amigo e invítalo a salir por lo menos tres horas al día (...) Esto te mantendrá distraído de la computadora".

6. Hazte pruebas

De acuerdo con el Centro para la Adicción a Internet y a la Tecnología, puedes tener un problema si tus seres queridos se preocupan por la cantidad de tiempo que pasas en internet o si experimentas culpabilidad o vergüenza. Ellos ofrecen una prueba virtual de adicción al internet que puede ayudarte a determinar si ya es tiempo para apagar, cerrar la sesión o cambiar tu estatus.



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