Las autoridades japonesas advirtieron a los padres sobre no dar de beber agua de la llave a niños pequeños, después de que varias pruebas mostraron que el líquido contenía niveles elevados de yodo radiactivo, un problema causado por los daños a la planta nuclear de Fukushima, luego del terremoto y tsunami del 11 de marzo.
La radiación, que supera los límites legales, también se ha encontrado en
Estados Unidos está impidiendo la importación de leche, productos lácteos, verduras frescas y fruta de cuatro prefecturas japonesas, aunque algunos productos podrían volver a ser autorizados si las pruebas muestran que son seguros, dijo la portavoz de la Dirección de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos.
A continuación se presentan breves explicaciones de cómo la radiación puede llegar a los alimentos o al agua y la peligrosidad de estos productos si están contaminados.
Viajando desde la central nuclear a los alimentos, el agua y la leche
Las partículas radiactivas que escaparon de
Estas sustancias, como el cesio 137 y el yodo 131, contaminan los cultivos y el agua al caer sobre ellos, de acuerdo con el corresponsal médico de CNN, el doctor Sanjay Gupta.
Los
La principal forma en que estas partículas entran en la leche es al caer en el pasto con que se alimentan las vacas.
¿Cuáles son los riesgos de consumir estos productos?
Los expertos dicen que se sabe poco sobre cómo los alimentos contaminados afectan la salud de las personas en el corto y largo plazo. Pero expertos que han hablado con CNN dicen que los niveles de contaminación reportados hasta ahora parecen plantear un riesgo muy pequeño.
El Dr. James Cox, profesor de oncología en el MD del Centro Anderson para Cáncer en Houston, dice creer que los niveles de radiación medidos en estos productos representan un riesgo inmediato "inexistente" para los seres humanos, y "muy bajo" riesgo a largo plazo.
Las espinacas que han sido examinadas al sur de la prefectura de Fukushima mostraron que los vegetales contenían 27 veces más radiación de la permitida. Sin embargo, Gupta explica que una persona “tendría que comer espinacas contaminadas procedentes de Japón diario durante un año para obtener la misma cantidad
Una tomografía computarizada del tórax expondría a una persona a cerca de 7 milisieverts de radiación. La Comisión de Regulación Nuclear de Estados Unidos (NRC) dice que una persona promedio recibe alrededor de 3.1 milisieverts anuales de radiación de fuentes naturales.
Los estadounidenses se exponen en promedio a 6.2 milisievert por año debido a los procedimientos médicos y
otras fuentes artificiales de radiación. Incluso dosis bajas de radiación pueden dañar o alterar el ADN de las células afectadas, informa la NRC, precisando que “cualquier cantidad de radiación puede presentar algún riesgo de cáncer y efectos hereditarios, y el riesgo aumenta en las exposiciones más altas”.
Pero Gupta y Moscovitch dicen que es muy poco probable que la radiación reportada hasta ahora en la comida japonesa represente un riesgo para la salud humana.
La preocupación por los niños y el agua contaminada
Las autoridades en Tokio
La cantidad de yodo detectada (210 bequerelios por kilogramo) está por debajo del nivel considerado inseguro para los adultos: 300 Bq/Kg, es decir, por litro de agua.
El nivel fijado para los niños es "muy conservador", dijo Cox , pero la radiación en niveles elevados se considera un problema para los niños pequeños, porque
"Errar en la precaución extrema para niños tiene sentido”, dijo Cox. Para los adultos, "el riesgo inmediato a la salud, algo que pudiera enfermar a la gente, no creo que nos acerquemos a ello”.
¿La contaminación radiactiva puede ser removida del agua?
La Organización Mundial de la Salud dice que los procedimientos estándar de tratamiento de aguas, incluyendo la coagulación, sedimentación y filtración, puede quitar "cantidades significativas de contaminantes radiactivos." Otra opción es mezclar con agua no contaminada para diluir las partículas radiactivas.
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